Cuerdo

El señor Nuñez se levantó de su silla y miró por la ventana el atardecer.La habitación era pequeña y acogedora, poseía varios adornos que iban desde una cabeza de pez espada colgada en la parte trasera hasta  un cuadro de Chopin. Había tanto que aún no comprendía el señor Nuñez. Se volvió a sentar y vio el cómic que había estado dibujando. A su Conspiración Idiota aún le faltaban demasiadas tiras, sin embargo sabía que llegaría el día en que la terminaría.

Y fue en ese momento, entre tantos pensamientos de cabras y hombres, que llegó el señor Von Mersker.

-Buenas tardes señor Von Mersker.

-Buenas tardes, Nuñez.

Se sentaron a tomar el té como siempre lo hacían a las cinco, ellos lo llamaban el té de tíos.

-¿Me dirá por qué lo mató, señor Nuñez?

-Señor Von Mersker, qué es la muerte sino el reposo total del ser humano, un estado de paz completa en el que nadie más te molestará, en otras palabras, diría que es el estado de máximo placer del hombre.

-Usted está loco, Señor Nuñez.

-O quizás usted es el loco y yo soy el cuerdo.

-Jajaja, lo dice un hombre que asesinó a su joven con una frialdad digna de una mente perversa.

-No, lo dice el hombre que acogió las súplicas de la muchacha, ella quería estar tranquila para siempre, alejarse de sus problemas. La entiendo después de todo era una prostituta, debía estar muy atormentada, asi que decidí cumplir con su súplica.

-Maniáco; oficiales arrestenlo-en ese preciso instante entrarón a la habitación algunos policías.

-Arrésteme si quiere señor Von Mersker, no ganará nada tras esto.

Todos salieron de la habitación, y el último en hacerlo fue el Señor Von Mersker. Antes de salir, el señor Von Mersker vió un papel en el suelo. Lo levantó para leerlo.

-"No se atreva a tirar de la cuerda de su derecha"

El señor Von Mersker miró la cuerda y la tiró, se encontraba expectante por lo que podía pasar. En ese momento un golpe cortó el aire: la cabeza de pez espada que se hallaba en la parte trasera de la habitación había salido disparada hacia el señor Von Mersker y lo había herido en el corazón. La mente fría del criminal habñia triunfado sobre el policía. Antes de morir, el señor Von Mersker se percató de que en el piso decía:

-"Usted experimentará el máximo placer del hombre".

Esta imagen pertenece a Aarón Nuñez del Prado

Rafael Espinal